El negocio de Apple: comprar más barato y vender
más caro que Nokia
El Lumia
900, el smartphone emblemático de la gama actual de Nokia, cuesta 450 dólares,
doscientos menos que el modelo más barato de iPhone 4S. En cambio, los
componentes del Lumia le cuestan a Nokia 19 dólares más que los del iPhone a
Apple. Resultado: la empresa norteamericana gana casi el doble con cada
teléfono que la finlandesa. Y aún hay quien duda de los motivos para poner a
Tim Cook a dirigir Apple.
Si Apple
es la empresa más valiosa de la actualidad en bolsa no es por casualidad. La
firma ha refinado hasta el extremo dos de los procesos que constituyen el
corazón de cualquier negocio digno de tal nombre: comprar la materia prima a buen precio y vender el producto acabado
lo más caro posible. Tim Cook, máximo responsable de Apple en sustitución
del desaparecido Steve Jobs, ha ascendido a su puesto gracias a su éxito como
director de operaciones de la empresa, y muy especialmente gracias a los
acuerdos que negoció con proveedores de componentes -Apple es el mayor cliente
de memoria de Samsung, por ejemplo- y con subcontratistas de montaje como
Foxconn.
Un
gráfico publicado en el Wall Street Journal,
elaborado a partir de los populares despieces valorados de iSuppli, demuestra
los efectos de una buena gestión de compras sobre la cuenta de resultados
total. En él se comparan los precios a los que compran tanto Nokia como Apple
los diversos componentes de sus smartphones de gama alta, respectivamente el
Lumia 900 y el iPhone 4S, y la diferencia es demoledora. Pese uno se vende por
200 dólares menos que el otro -en su versión más económica, la de 16 GB; la
diferencia es aún mayor en los modelos de iPhone con más capacidad de memoria-,
el coste de los componentes es muy parecido, de modo que prácticamente toda la
diferencia se traslada al margen bruto del producto a favor de Apple.
Si bien
se venden más unidades de iPhone que de Lumias, Nokia aún fabrica muchísimos
más teléfonos que Apple, de modo que su capacidad de compra y de negociación
con los proveedores debería ser mayor. La clave está, probablemente, en la
menor variedad de referencias: Nokia compra más pantallas en total, pero las de
Apple son todas iguales.
Las
diferencias de coste a favor de Apple son especialmente visibles en el caso de
los chips de conectividad inalámbrica (un 40% menos) y la pantalla táctil (un
36% menos). De hecho, el único concepto en el que Apple paga claramente más que
Nokia por los componentes (un 31% más) es el de ‘Otros’, que incluye los
elementos visibles, como la carcasa del terminal. Curiosamente, la memoria,
considerada uno de los grandes éxitos de gestión de Cook, le sale a Apple un 7%
más cara que a Nokia.
Por lo
demás, el éxito de Apple está en haber conseguido lograr, gracias a un inmenso
ecosistema y a las dificultades de Nokia y Microsoft para transmitir los puntos
fuertes de Windows Phone, que los consumidores paguen alegremente 200 dólares
más por un producto cuyos componentes cuestan lo mismo.